viernes, 15 de noviembre de 2013

¿ HA LLEGADO EL FIN DE LA ERA DE LA CIENCIA?

Probablemente una persona de un respingo ante la cuestión planteada en el título. Se ha podido cuestionar la religión, se puede cuestionar el capitalismo, pero ¿la ciencia? Nos imaginamos el mundo en que vivimos y caemos espantados ante lo que podría ser una civilización sin ciencia. De lo que no nos percatamos es que lo que queremos es el poder de la ciencia, su aplicación a la realidad de cara a producir determinados efectos, no de la ciencia misma.


 Este modo de pensar es que mantenemos aún un modo “utilitarista” de pensar respecto a la ciencia. Apostamos por la ciencia y no por cualquier otra institución cultural (p.ej. El arte vanguardista) por los resultados que nos da a nuestra vida. Probablemente en ninguna ciencia se haya mostrado tanto su poder como en la Medicina. La espectacular reducción de la mortalidad, el aumento de la esperanza de vida nos ha hecho creer en la ciencia mas que en otra época de la misma. Pero los mismos motivos pragmáticos que hacen creer en la ciencia hacen que cuando las instituciones fallan (instituciones médicas, o sociales) los individuos no le sean fieles y recurran a cualquier tipo de profesionales (curánderos, astrólogos, echadores de cartas).

 Quedarán por otro lado los partidarios de la ciencia de carácter “romántico”. Ellos recordaran los logros de la época heroica de la ciencia: (Galileo, Newton, Darwin, Einstein,..). A estos románticos admiradores de la ciencia habría que recordarles una cosa. Muchos de los héroes de la ciencia que estàn o podrían estar en esta lista no necesitaron mucho gasto en instrumental para sus investigaciones. Por el contrario ahora la ciencia, podríamos decir, que nace “aplicada”. Ésta va hoy de la mano del poder industrial capitalista e incluso podríamos decir que el desarrollo de muchas ciencias va unido al capitalismo (como por ejemplo la química y partes importantes de la física). Nada que ver con el Galileo que con la ayuda de un telescopio revoluciona la cosmología.

 Pero hay una tercera cuestión que va mas allá. Tengo la impresión que a diferencia de otras épocas, la ciencia ha entrado en una fase de declive cultural y eso se percibe en la diferente percepción que se tiene de la misma en los siglos XVIII y XIX. En estos siglos la ciencia era percibida como un elemento de “redención” de la humanidad. Hoy, al margen de la aceptación pragmática de la misma, de la técnica, parece que ya no tiene mucho que decirnos. Pero quizá haya que poner un poco entre paréntesis lo anterior. Ya muy poca gente entiende lo que se hace en ciencia básica. Y lo peor no es eso (que cae en el problema de la divulgación ciéntífica) sino que nadie ve el sentido a lo investigado o descubierto. Entendámomonos, la defensa por parte de Galileo del modelo de Universo Heliocéntrico constituyó un problema político que acabó con un juicio brutal y el posterior confinamiento del científico. Nada menos que la Iglesia católica sintió resquebrajar su hegemonía. Por otro lado, Darwin, fue atacado hasta el extremo del insulto por su teoría evolucionista. Freud chocó con el puritanismo de la sociedad vienesa cuando lanzó sus teorías sobre la sexualidad infantil. Hoy, ¿se siente alguien conmovido por los avances científicos? No creo, sencillamente son vistos como una curiosidad más. ¿Y no será que al final el juego de la “búsqueda de la verdad” ha agotado su potencial? Y si así fuera ¿qué vendrá en su lugar? El peligro de los irracionalismos está ahí y no hay que menospreciarlo. Quizá la clave está en si bien alejarse del discurso cientificista tradicional no tirarse de cabeza a los “dogmas”, en saber mantener la mentalidad crítica en un mundo que cada vez será mas fragmentario y en el que cosmovisiones completamente diferentes se daran en una misma sociedad.

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